Se dice que las piedras preciosas guardan grandes poderes en su interior y que son capaces de transmitir energía, calma, bienestar, optimismo…. Ayudan a mejorar el ánimo y el cuerpo, a tomar decisiones, a atrapar el amor. Se dice también que, algunas piedras, pueden promover la salud y el bienestar y otras, por el contrario, transmitir el mal de ojo. ¿Qué puede haber de cierto en todas estas creencias? Hace más de 5000 años, la medicina tradicional china, como la india, ya utilizaba las gemas como herramienta de curación y, algunas piedras, eran ya consideradas mágicas por sus efectos esotéricos.
Son muchas las culturas que han usado piedras preciosas como fetiche curativo o símbolo religioso: desde los hechiceros aborígenes australianos, que las usaban como símbolo de poder, hasta los monjes taoístas, que ingerían polvo de jade para convertirse en inmortales, pasando por las culturas egipcias, babilónicas, asirias o los indios americanos.
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Los poderes de las piedras o gemas siguen siendo hoy en día parte de la creencia popular. Pero, ¿qué poder tiene cada una? ¿Qué piedra es la más indicada para cada personalidad? ¿En qué nos puede ayudar? Os proponemos un breve repaso por estos poderes, empezando por dos de nuestras gemas preferidas: las amatistas y los rubíes.
La Amatista, la más humilde de los dos cristales de los que hablamos hoy, pertenece a la familia de los cuarzos y, precisamente, se asocia con este rasgo del carácter: la humildad. Esta piedra es lo que se denomina una piedra maestro, un cristal protector. Su nombre, proviene del griego amethystos (que significa sobrio); de hecho, estaba considerada como un protector contra las borracheras, además de tener efectos calmantes. Ayudan en la concentración, alejando los temores y consolando en el sufrimiento. Buena compañera apara oradores, comerciantes y, en general, de los que necesitan sacar a relucir un gran talento para la persuasión.
El Rubí, que pertenece a la familia del corindón junto al zafiro, está relacionada con la fuerza y sangre. Es la piedra de los fuertes de espíritu y los luchadores de férrea voluntad. El Rubí anima a tomar decisiones, da energía y gran vitalidad a aquellos que invierten trabajo y tesón en lo que hacen. Es la piedra del corazón, capaz de activar los principios vitales de todo lo que toca. Abstenerse perezosos, aburridos y desencantados de la vida, esta no es vuestra piedra.
Seguiremos repasando los poderes de las piedras, ¡quedan tantas por conocer! Y recuerda: las fotos de este reportaje pertenecen a joyas que puedes adquirir en nuestra tienda on line o, si lo prefieres, en la calle General Perón, 14 de Madrid. Ven a verlas y comprueba sus poderes….